Es increíble, como cambian las cosas de un momento a otro.
Prácticamente siempre he sabido quién eres, aunque nunca de la misma forma que ahora...
Siempre pensé que tendría que irme muy lejos para sentirme identificada con alguien, pero tú me has demostrado lo contrario.
Contigo lo he conseguido... sentirme comprendida, pensar que no soy la única que me siento así.
Siento que puedo confiar en tí, porque tenemos muchas cosas en común y porque me transmites algo diferente. Creo que eres alguien que vale la pena, alguien especial que hace un esfuerzo increíble para seguir adelante con una sonrisa en los labios...
Me has demostrado que todavía existen personas en este mundo que, sin apenas conocerte, son capaces de estar ahí cuando lo necesites, para escucharte por muy aburrido o poco interesante que sea.
De aquí en adelante yo haré lo mismo que tú: estaré aquí para cualquier cosa que necesites, estaré aquí para risas, lágrimas y abrazos.
Estaré aquí para comprenderte y escuchar tus problemas, para conocerte mejor, para que te sientas identificado y para que seas tú mismo.
Gracias, por confiar en mí y por haber hecho que, en cuestión de segundos, todo sea un poquito más fácil.
Gracias de corazón.
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