Bad days


Hay momentos en los que sentimos que no podemos más. Situaciones de la vida que nos resultan complicadas, dificilísimas e imposibles de superar. Días en los que el depósito que hay dentro de ti se va llenando de problemas, tensión, tristeza,  preocupaciones, nervios, miedo... hasta que llega un momento en el que no hay suficiente capacidad en ése deposito y explota. Explota de manera que tendremos ganas de pegar puñetazos o de echarle la culpa a aquel que no la tiene. Ganas de dormir, de tener un humor de perros, de escuchar música y de tumbarnos en la cama y llorar.
Hundirnos en la almohada y dejar que las lágrimas hagan su trabajo. Dejar la mente ausente, y no pensar en nada... simplemente dejarnos llevar.
Así, poco a poco, ése depósito se va recomponiendo y se vacía para que algún día, empiece el mismo proceso.
Recuerda, llorar no es malo. No nos hace más débiles, ni nos convierte en menos fuertes. Simplemente hace que seamos mejores personas.

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