Hoy quiero pedirte perdón. Por haberme encariñado tanto a ti. Por haber dejado que pasaran tantos años, momentos, historias, risas, lágrimas y confianzas.
Hoy pido perdón por no haber parado nuestra amistad en su momento... por haberme dejado llevar.
Hoy pienso que lo mejor habría sido distanciarme, desde que empecé a notar un indicio de cariño entre nosotros.
Perdóname por haber continuado con todo esto, por dejar que recurrieras a mi cada vez que tuvieses un problema el vez de demostrarte que no siempre estaré aquí para ayudarte.
Hoy quisiera volver al pasado y destruir uniones, amistades, amores... Y es que si algún día desaparezco, la culpa de que me eches de menos será solo mía... por no haberte avisado de que no podría seguir sobreviviendo aquí para siempre. La culpa de que algunas de nuestras promesas no se cumplan, será mía... por no avisarte de que en un momento a otro desaparecería sin más. La culpa de que te sientas traicionado también será mía... por haber continuado con todo y no dar indicios de que tenía ganas de marcharme y dejar el mundo y la vida a mis espaldas.
Probablemente sólo haya venido para joderte la vida, para quitarte alguna que otra sonrisa, para amargarte los momentos, para darte ilusiones que un día romperé sin pedir ni consejo ni permiso a nadie.
Probablemente sólo haya venido para desaparecer. Sólo pido una cosa: que me perdones, y que te olvides de mí lo antes posible.
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