Estar ausente de éste mundo, y marcharme a otro, en el que hayan personas como yo.
Personas que me entiendan, que me dediquen un momento de su vida, que me aprecien y me valoren.
Personas que hayan pasado por lo mismo que yo, y que me digan cómo debo actuar.
Ir a un lugar en el que no sea yo la que tenga que dar consejos, sino ser la aconsejada.
Compartir mi vida con personas que me conozcan, que no me hagan daño y que se merezcan realmente un voto de confianza.
Desaparecer y marcharme a un lugar paralelo. A un lugar diferente, y que esa diferencia se me transmita a mí misma.
Ser la misma de antes y demostrar una sonrisa que expulse verdadera felicidad. Ser yo misma, y no esconderme por nada y por nadie.
Irme a un lugar donde pueda ser feliz.
Donde pueda gritar y hacer cualquier cosa sin que nadie me juzgue.
Donde me sienta libre.
Un lugar donde no me duela el pecho al respirar, donde cada bocanada de aire me llene de alegría.
Prácticamente... Un mundo imposible.
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